Idioma
Tsa’fíqui
Ubicación
Geopolítica: Provincia
Santo Domingo de los Colorados, parroquias Puerto Limón y periferia de la
cabecera cantonal de Santo Domingo de los Colorados (La Aurora).
Población y Organización Social
Según un censo realizado en 1 997, su población alcanzaba los 2 640
habitantes, que se encuentra agrupada en ocho comunidades: Cóngoma Grande
(Santo Juan), Los Naranjos, El Búho de los Colorados, El Poste, Peripa,
Chigüilpe, Otongo Mapalí y Filomena Aguavil (Tahuaza) asentados en la zona
rural del Cantón de Santo Domingo de los Colorados.
Organización sociopolítica: Las comunas, que son uniones de familias nucleares
con vínculos de consanguinidad y afinidad patrilineales, se constituyen en
núcleos de cooperación y ayuda mutua.
Tiene dos formas de autoridad: el Cabildo, organización de nuevo tipo establecida por el Estado, y la tradicional con un jefe llamado "Miya", que legendariamente siempre ha sido un “Pone” o “Vegetalista”, como su máxima autoridad. El Miya ordena las actividades cotidianas de la comunidad y cura las enfermedades, ya que tiene el poder que le dan los espíritus; es quien preserva la memoria colectiva y el saber de su pueblo y lucha por la defensa de su identidad y su cultura; por lo tanto, es el guía espiritual y conductor social y político.
Tiene dos formas de autoridad: el Cabildo, organización de nuevo tipo establecida por el Estado, y la tradicional con un jefe llamado "Miya", que legendariamente siempre ha sido un “Pone” o “Vegetalista”, como su máxima autoridad. El Miya ordena las actividades cotidianas de la comunidad y cura las enfermedades, ya que tiene el poder que le dan los espíritus; es quien preserva la memoria colectiva y el saber de su pueblo y lucha por la defensa de su identidad y su cultura; por lo tanto, es el guía espiritual y conductor social y político.
Vestimenta
Tradicionalmente,
el Hombre colorado como parte
principal de su atuendo utilizaba un manpe tsanpá, llamado chumbillina, un
sencillo corte de tela rectangular, semejante a una falda usada unos diez o
quince centímetros por encima de la rodilla, con rayas en colores azul marino y
blanco. Las franjas no debían tener menos de dos centímetros ni más de cuatro.
También
consta el sendori, de color rojo y que lo usaba como faja, dándole dos vueltas
alrededor de la cintura y ajustándolo con un nudo delantero.
Para
tener cubierta la parte superior del tronco vestían el nanun panu (tela para
tener al hombre). Esta prenda de vestir rectangular mide 90 centímetros por 1.80 centímetros .
Para asistir a una fiesta tradicionalmente se ha utilizado el nanun panu
especial de seda o de algodón estampado.
Como
parte importante de su presentación, el hombre Tsáchila aún se rasura el
cabello por la parte posterior de la cabeza hasta muy cerca de la corona,
teniendo el cuidado de dejar en la parte superior el pelo muy largo al que
hacían caer hacia delante, embadurnándolo con el líquido rojizo extraído del
achiote. Para que el pelo quedara rígido, sobresaliendo en la frente como una
sola masa, lo unta con abundante vaselina sólida (antiguamente usaban la grasa
de árbol tangaré en vez de vaselina).
Para las
fiestas, a más de su atuendo tradicional, el hombre de esta etnia agregaba un
misilí, un adorno de algodón de figura circular como una especie de corona con
un diámetro comprendido entre los 12
a 18
centímetros . Además, se ataviaba el cuello con cintas
amarradas y sujetadas en la parte delantera con un imperdible; podían
reemplazar las cintas por un Winun panu, una tela cuadrada de unos de unos
ochenta centímetros por lado.
La MUJER Tsáchila, en cambio, aún utiliza
el tunán, como prenda principal de su atuendo, que es una falda amplia en la
que se alternan los colores verde, azul, amarillo y el rojo; va asegurada a la
cintura. La distribución de los colores se da de acuerdo al gusto de la mujer
que la usa.
El largo
de la prenda depende de la edad de la mujer; si es anciana puede llegarle casi
hasta los tobillos; si es joven, hasta la rodilla o aún más arriba, según el
gusto de la chica. Además, antes llevaba amarrada al cuello una tela de 90 por 90 centímetros que
no tiene nombre.
Como
complemento de su vestuario adornaba el cuello con win (mullo), la chaquira o
centecillas de vidrio que las preferían de color azul marino y rojo brillante.
Por supuesto que hay mujeres de avanzada edad que no quieren olvidar su
abalorio antiguo y usan entonces semillas o pepitas silvestres a las que
insertan en piolas usándolas conjuntamente con el mullo.
Cuando
salían antes a la ciudad decoraban su cuerpo con el negro del hito y el rojo
del achiote, semejante a la pintura de los hombres. Era común, hasta hace poco
tiempo, pintarse con un punto rojo de achiote en el centro de la frente y en
toda la raya del cabello. No usaron nunca el achiote en el cabello, pues éste
es uso exclusivo del hombre colorado. Cuando la mujer asistía a una fiesta
también usaba un cinturón de tela semejante al sendori de los hombres, que
puede ser del color que la mujer prefiera, no solamente rojo.
Economía
La
caza, la pesca y la recolección eran las principales actividades de su economía
de subsistencia. Actualmente participan de la economía de mercado mediante la
ganadería, la comercialización del plátano, el cacao, el café, el ecoturismo,
además de la práctica de la medicina tradicional con fines comerciales.
En el
trabajo de su chacra, Wita, emplean el sistema de rosa y quema que lo practican
en la estación seca; cultivan sus productos a inicios de la estación lluviosa.
El hacha y el machete, son sus herramientas principales de trabajo.
Vivienda
Antes era una sencilla casa rectangular de 7 a 15 metros de longitud y
de 5 a 10 metros de ancho. La
casa era una sola pieza. Paredes de guadua o pambil rajado. Los pilares de
pambil rollizo. La cubierta de dos aguas acabada con paja denominada cade. Ahora,
la mayoría de casas presentan construcciones mixtas de cemento, madera o caña
guadua.
Turismo
En la actualidad se puede visitar estas comunas y realizar turismo
comunitario.
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